Junta de Control del Juego de Panamá

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Casinos en línea con licencia de la Junta de Control de Juegos de Panamá

Panamá se ha convertido en la meca de los casinos en línea, ¿por qué ha ganado Panamá este reconocimiento? El país tiene un gobierno muy tolerante, personal educado y bilingüe, la mejor infraestructura disponible en el Caribe, sistemas de comunicación fiables, condiciones de vida confortables, diversidad de productos y servicios y pocas regulaciones en cuanto a los juegos de azar por Internet.

Los casinos evolucionaron en Panamá como una atracción turística durante la década de 1990. En 1999 había aproximadamente 30 casinos en Panamá. La reglamentación de los casinos en el país se remonta a 1886 y 1922.

Para establecer un casino, se debe registrar una sociedad costarricense como administradora. Los casinos deben estar acreditados y aprobados por la Junta de Turismo de Panamá. Los casinos deben estar situados en un hotel de tres estrellas o más, y a una distancia mínima de 100 metros (una manzana) de lugares como iglesias, hospitales, clínicas y escuelas. Los casinos no admiten menores de 18 años.

Los casinos deben pagar la tasa municipal de funcionamiento, los permisos sanitarios de las instalaciones y cualquier otro impuesto que se aplique como cualquier otro negocio establecido en Panamá. Además, deben pagar un 10% por el beneficio neto mensual y por el número de mesas de juego que tengan. Suelen pagar 50.000 colones (aproximadamente 100 dólares en 2007) por mesa.

Si no se cumplen estos requisitos, el propietario puede enfrentarse a penas de cárcel y/o a la cancelación de la licencia del casino.

En Panamá no es legal ganar o perder dinero apostando sobre el resultado de un juego o evento o jugar en base a la suerte y no a la habilidad de la persona. Por esta razón los siguientes juegos no están permitidos en Panamá: baccarat, craps, 21, poker, blackjack y loterías.

Los siguientes juegos o actividades están permitidos según las leyes de Panamá: billar, juegos de cartas, baloncesto, damas, dominó, casino, rummy, dardos, 13, póker recto caribeño, o cualquier otro juego donde el resultado dependa de la habilidad y aptitud de la persona para jugar.

Los casinos tienen juegos que están dentro de la ley, así como juegos que no están claramente definidos por la ley. Los juegos más comunes son: el rummy, el póquer recto caribeño y el pai gow, el póquer de estilo chino. Los casinos también tienen juegos que no están permitidos por la ley, como la ruleta y las máquinas tragaperras. Sin embargo, los decretos que los prohíben están recurridos. Por ello, los casinos pueden utilizar las máquinas hasta que salga la sentencia.

Como las leyes panameñas no permiten el cobro o el pago de las ganancias o deudas resultantes del juego, la industria del juego ha implantado un sistema de “fichas”. A través de este sistema, los casinos pueden responsabilizar al jugador de lo que le debe, que el casino debe pagar al jugador.

Los casinos animan a los jugadores a comprar fichas para utilizarlas en sus instalaciones, o les dan una línea de crédito mediante la firma de cartas de crédito, hipotecas, pagarés o acuerdos escritos para que se realicen los pagos, y están protegidos por las leyes comerciales tradicionales, no por las leyes sobre el juego.

Panamá ha estado proporcionando licencias a los operadores dentro del país, así como en todo el mundo, desde 2002. La junta tiene fuertes requisitos para los operadores en cuanto a las políticas de lavado de dinero y las pruebas de software, lo que hace que sea una licencia fiable y de confianza para los jugadores, mientras que un gobierno estable y las bajas tasas hacen que sea una opción atractiva para los operadores también.